Una fecha histórica trascendental

El próximo 24 de febrero se cumplirá un aniversario más del Grito de Baire, fecha que marcó el inicio de la Guerra de Independencia y que, derrotado el régimen colonial, permitió la instauración de la República y el surgimiento de Cuba como un nuevo estado. Durante toda la primera mitad del Siglo XX, este día se conmemoró por toda la nación con orgullo y alegría, ondeando profusamente la bandera nacional y celebrándose actos de recordación en pueblos y ciudades. Junto con el 10 de octubre (Grito de Yara) y el 20 de mayo (Día de la instauración de la República) eran las fechas más importantes y festivas del calendario cívico nacional.

1. A partir de la década de los años sesenta, solo quedó como fecha cívica festiva el 10 de octubre, desapareciendo el 20 de mayo, y limitándose el 24 de febrero solo a actos de carácter gubernamental, perdiendo su hondo contenido popular y de identidad nacional. Fueron sustituidas por otras fechas más vinculadas al proceso, por el cual los nuevos gobernantes accedieron al poder. Este desplazamiento histórico, a pesar de los esfuerzos y recursos invertidos en su instauración, nunca ha alcanzado el contenido popular de las sustituidas ni su espontaneidad. Tal vez sea porque las tradiciones son reacias a decretos y disposiciones.
2. Este 24 de febrero la bandera nacional no engalanará las fachadas de los edificios y viviendas, y solo breves notas de prensa recordarán la fecha, pero en el corazón de cada cubano honesto, esté donde esté, habrán latidos emocionados por los hombres del 95, encabezados por Martí, Gómez y Maceo, que fueron capaces de imaginarse una nación y, con la palabra y las armas, se dieron a la tarea de lograrla.
3. El país y la República, nacidos de la lucha comenzada en 1868 y aún antes, renovada en 1895, como toda obra humana, no fueron perfectos pero, paso a paso desde sus inicios, lograron una prosperidad y desarrollo en todos los órdenes, que constituyeron el orgullo de los nacionales y la admiración de los extranjeros, que vieron en ellos un lugar donde valía la pena vivir, convirtiéndonos en una nación receptora de emigrantes de diferentes partes del mundo, quienes se establecieron, fundaron familias cubanas y participaron en la creación de nuestras riquezas.
4. Nunca he entendido el que se oriente colocar banderas cubanas el 28 de septiembre (Día de los CDR) y no el 10 de octubre o el 24 de febrero. ¿Es qué la primera fecha es más importante que las segundas? Nadie, en su sano juicio, lo aceptaría. Las generaciones actuales y las nuevas, cuando, más temprano que tarde se revalorice nuestra historia, colocando en su justo lugar cada hecho y personaje según su importancia verdadera, reinstalará el 24 de febrero como la importante fecha cívica que siempre fue y, nuevamente, de forma espontánea, sin que nadie tenga que orientarlo, volverá la enseña nacional a estar presente en nuestros pueblos y ciudades, ondeando con orgullo para todos los cubanos.