Populismo, una corriente más.

  1. América Latina, históricamente, se ha movido como una balsa flotando en el mar: avanza o retrocede según el flujo o reflujo de la corriente. A principios del Siglo XX se dejó llevar por el naciente nacionalismo, creyendo que, aislándose del mundo y encerrándose en sí misma, iba a poder resolver mejor sus problemas. Fracasada la experiencia, optó por los gobiernos fuertes y autocráticos: las llamadas dictaduras con sus caudillos mesiánicos. Cada país encumbró a un dictador, algunos por decenas de años, estableciéndose hasta el derecho de herencia.
  1. Entonces, también fracasados y cansados de patriarcas, les llegó el turno a los guerrilleros, y una epidemia de barbas y uniformes verde olivo, cubrió el continente y las páginas de los diarios y revistas. En todos los países se organizaron guerrillas, aparecieron comandantes y todos, por unos u otros métodos, aspiraban a la toma violenta del poder.
  1. Fracasadas en masa, muchas aniquiladas, las que lograron sobrevivir decidieron pasar a la legalidad, convirtiéndose en partidos políticos ó dedicándose de lleno al narcotráfico. Vino la hora de los presidentes democráticos y del neoliberalismo y la Escuela de Chicago, transformándose el mapa latinoamericano con gobiernos de cierta estabilidad y periodos de tranquilidad ciudadana.
  1. Entonces irrumpió la corriente populista, que ha tratado de expandirse como la gripe aviar, pero el populismo carece de futuro, atenazado en su propia verborrea y contradicciones, incapaz de resolver realmente los problemas económicos de las naciones donde se ha asentado. ¿Cuál será la nueva ola donde se desplazará la maltrecha balsa latinoamericana. No lo sabemos. Pero no sería erróneo afirmar que, hasta tanto no encuentre tierra firme y decida asentarse en ella, dedicándose sus tripulantes al trabajo serio y responsable, único comprobado creador de riquezas perdurables, y deje de llevarse por el movimiento de las olas, no encontrará ni el progreso ni la felicidad.
  1. América Latina, históricamente, se ha movido como una balsa flotando en el mar: avanza o retrocede según el flujo o reflujo de la corriente. A principios del Siglo XX se dejó llevar por el naciente nacionalismo, creyendo que, aislándose del mundo y encerrándose en sí misma, iba a poder resolver mejor sus problemas. Fracasada la experiencia, optó por los gobiernos fuertes y autocráticos: las llamadas dictaduras con sus caudillos mesiánicos. Cada país encumbró a un dictador, algunos por decenas de años, estableciéndose hasta el derecho de herencia.
  1. Entonces, también fracasados y cansados de patriarcas, les llegó el turno a los guerrilleros, y una epidemia de barbas y uniformes verde olivo, cubrió el continente y las páginas de los diarios y revistas. En todos los países se organizaron guerrillas, aparecieron comandantes y todos, por unos u otros métodos, aspiraban a la toma violenta del poder.
  1. Fracasadas en masa, muchas aniquiladas, las que lograron sobrevivir decidieron pasar a la legalidad, convirtiéndose en partidos políticos ó dedicándose de lleno al narcotráfico. Vino la hora de los presidentes democráticos y del neoliberalismo y la Escuela de Chicago, transformándose el mapa latinoamericano con gobiernos de cierta estabilidad y periodos de tranquilidad ciudadana.
  1. Entonces irrumpió la corriente populista, que ha tratado de expandirse como la gripe aviar, pero el populismo carece de futuro, atenazado en su propia verborrea y contradicciones, incapaz de resolver realmente los problemas económicos de las naciones donde se ha asentado. ¿Cuál será la nueva ola donde se desplazará la maltrecha balsa latinoamericana. No lo sabemos. Pero no sería erróneo afirmar que, hasta tanto no encuentre tierra firme y decida asentarse en ella, dedicándose sus tripulantes al trabajo serio y responsable, único comprobado creador de riquezas perdurables, y deje de llevarse por el movimiento de las olas, no encontrará ni el progreso ni la felicidad.

Acerca de Fernando Damaso Fernandez

Fernando Dámaso Nací en 1938, en La Habana. Soy Sagitario. Estudié en los Escolapios de la Víbora y me gradué de Perito Mercantil. Trabajé en publicidad (investigador de mercado y productor de comerciales y programas para la televisión); también fui militar. Me interesa la literatura, el cine, los deportes profesionales y la naturaleza. Hace años escribo.
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2 respuestas a Populismo, una corriente más.

  1. Luis Fernandez Mesa dijo:

    Efectivamente Fernando,

    El populismo es ahora el mal de América Latina, yo lo llamo «El mal del Micrófono».
    Es sorprendente como el listillo de turno consigue encandilar a tantas personas con solo ponerse delante de un micrófono o unas cámaras de TV. Es como si los hispanos nos dejáramos hipnotizar por unos discursos y unas soflamas. Debe ser algo que está en nuestro carácter, exceso de confianza, ingenuidad, no lo sé…
    Es curioso ver los discursos de Perón, Delfi y ahora Hugo su mejor pupilo que toma nota de su maestro y guia, imitándole sobre todo en la agitacion verbal de masas.
    Hugo puede estar hasta horas y horas todas las semanas echándole soflamas a su parroquia. Pero lo curioso es que la gente se lo traga!!! Habia que ver a Perón y a Delfi emocionando y hasta haciendo llorar a la audiencia enfervorecida.
    Aquí en España tenemos algo similar con Zapatero, un tipo insustancial, pero que «Da Cámara». Y por cierto que ha hecho lo posible por debilitar a la disidencia cubana y ayudar a los Hnoscastro en sus relaciones con la Unión Europea.
    En fin no tenemos remedio.

  2. Pingback: Populism, One More Current | Marmalade

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